Hay conceptos que, en mi opinión,
sería aconsejable que nos fueran familiares a todos, pudiendo así aplicar sus
contenidos estratégicos para vivir una mayor calidad de las relaciones
interpersonales y, ya de paso también, mejorar nuestra autoestima.
La asertividad es
uno de ellos, puesto que es una forma de comunicación que aumenta
considerablemente el respeto hacia nosotros mismos, respetando también a los
demás.
Pero… ¿en qué consiste la asertividad?
La asertividad es
un recurso para comunicar de un modo respetuoso y oportuno de lo que yo siento,
acogiendo con el mismo respeto lo que sienten los otros.
Aumenta la
autoestima porque es una demostración de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
Es la habilidad para
expresarnos de forma honesta, directa, respetuosa, defendiendo nuestros
derechos sin atentar contra los derechos de los demás. Incluye la capacidad de
decir “no” cuando quiero decir “no”, la capacidad de pedir favores y de hacer
peticiones cuando lo necesito, la capacidad de expresar lo que siento (positivo
o negativo) y expresar mis sentimientos.
Simplemente en una
forma de comunicación que nos permite expresar nuestras opiniones, gustos e
intereses de forma espontánea, defender nuestros derechos sin violar los
ajenos, hablar de nosotros mismos sin sentirnos cohibidos, aceptar cumplidos
sin pensar “tierra trágame” (sin sentir incomodidad), hablar con la gente
abiertamente, pedir aclaraciones de las cosas y (importantísimo) poder decir
“no”… La conducta asertiva se centra en ti mismo, teniendo en cuenta a los
demás y nos permite conseguir nuestros objetivos al relacionarnos con ellos,
sin perjudicarles.
Si sacrificamos
nuestros derechos con frecuencia, estamos enseñando a los otros a que se puedan
aprovechar de nosotros.
Muchas veces lo que
nos genera conflictos con las personas no son los contenidos sino las formas.
Las variables que mejoran las formas son: una expresión honesta (autentica y
responsable “yo me siento” “yo actúo”), escucha respetuosa (activa y con empatía).
La asertividad consta
de 4 pasos:
. Observación. Evitar juicios.
. Expresión de sentimientos. Nuestros sentimientos provienen
de nuestras necesidades.
. Expresión de necesidades. Preguntarse que necesito yo en
este momento.
. Petición. Me gustaría que… (Negociación).
Características de
las personas asertivas:
-Son comunicativos con todo tipo de gente.
-Son positivos y negociadores, buscan los puntos en común que
tienen con el otro.
- Sus gestos y tono de voz son firmes y seguros.
-Su mirada es directa y amable.
-No dejan que se aprovechen de ellos, pero tampoco pretenden
aprovecharse de otros.
- Escuchan lo que el otro quiere decir (se ponen en su
lugar).
- Son personas abiertas, en las que se puede confiar.
-Ponen límites a las conductas de los demás cuando se sienten
invadidos.
- Expresan sus pensamientos con seguridad y con libertad, sin
perder el respeto a los demás.
-Expresan sus opiniones de forma clara pero no intentan
imponerla.
-Afrontan las críticas con serenidad, intentando encontrar el
punto de aprendizaje.
-No atacan los derechos de los demás para conseguir lo que
quieren.
-Se centran en los aspectos a resolver.
Al definir la asertividad como una
habilidad, podemos entrenar dicha conducta. El primer paso para dicho entrenamiento
consiste en identificar los tres estilos básicos en toda conducta interpersonal:
Estilo agresivo. La pelea, la
acusación, la amenaza, y en general todas las actitudes que signifiquen agredir
a los demás sin tener en cuenta sus sentimientos. Ventajas: la gente no pisa a
la persona agresiva. Desventaja: no quieren tenerla cerca.
Estilo pasivo. Una persona que
tiene una conducta pasiva permite que los demás la pisen, no defiende sus intereses
y hace todo lo que le dicen sin importar lo que siente y piensa sobre ello.
Ventaja: casi nunca se recibe un rechazo directo por parte de los demás.
Desventaja: los demás se aprovechan de uno y se acumula resentimiento e
irritación.
Estilo asertivo. La persona con
este tipo de conducta defiende sus intereses, expresa sus opiniones y no
permite que los demás se aprovechen de ella. Al mismo tiempo, es considerada
con la forma de pensar y de sentir de los demás. Ventaja: se puede obtener lo
que se desea sin ocasionar trastornos a los demás, se puede actuar a favor de
los propios intereses sin sentirse culpable o equivocado por ello, dejan de ser
necesarios la docilidad extrema o la retracción, el ataque verbal o el reproche.
Desventaja: ninguna.